Aprovechando la documentación gráfica cedida por Juantxo Pagola echamos la vista atrás y recordamos el primer asalto del Beti-Onak a la División de Honor en junio de 1979 que se resolvió con dos “robos”.
Después de haber logrado la segunda posición en liga y tras disputar la fase de ascenso, también en la segunda plaza, el Beti conseguía meterse en la promoción de ascenso que le enfrentaría a uno de los últimos clasificados de la División de Honor, el SEAT de Barcelona.
El partido de ida disputado en Villava terminaría con una abultada victoria del Beti por 8 goles que dejaba buenos presagios para el partido de vuelta, una semana después, en Barcelona.
Hasta allí se desplazaron dos autobuses con aficionados villaveses esperanzados en conseguir el ansiado ascenso a la División de Honor. A la llegada a Barcelona comenzaron los problemas con el primero de los “robos” del fin de semana. Nada más salir del autobús el presidente Fermín Eransus vería sustraída, por el método del tirón, la cartera con el dinero destinado a pagar el alojamiento y manutención del equipo en Barcelona. Aunque se lograría, como se aprecia en las imágenes, detener a uno de los ladrones perseguido por los aficionados, sus colegas lograrían pasarse la cartera de unos a otros y perderse por las calles de Barcelona.
Posteriormente, a la entrada del pabellón, la afición vería requisados los bombos y demás objetos traídos para animar al equipo comenzando a calentar el partido. La primera parte terminaría con 8-7 a pesar de la encerrona montada por el equipo local que vería su máximo exponente al minuto 6 de la segunda parte cuando un aficionado saltó al campo y agredió a uno de los colegiados. Posteriormente se arrojarían diversos objetos que alcanzaron a otro de los árbitros parando el partido en varias ocasiones con intentos de invasión de pista. El ambiente creado pudo con la integridad de los colegiados que pensaron más en salvar el pellejo que en ser neutrales. El partido terminaría con una derrota por 10 goles. El segundo “robo” del fin de semana se vería consumado.
Como de todo se aprende en la vida, la experiencia sirvió de motivación para que al año siguiente se lograra prescindir de la promoción y conseguir el ascenso directo a División de Honor por primera vez en la historia del Beti-Onak.
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